viernes, 23 de enero de 2009

Poesía Palestina: Mahmud Darwish


LA NIÑA / EL GRITO

En la playa hay una niña, la niña tiene familia

Y la familia una casa.

La casa tiene dos ventanas y una puerta...

En el mar, un acorazado se divierte cazando a los que caminan

Por la playa: cuatro, cinco, siete

Caen sobre la arena. La niña se salva por poco,

Gracias a una mano de niebla,

Una mano no divina que la ayuda. Grita: ¡Padre!

¡Padre! Levántate, regresemos: el mar no es como nosotros.

El padre, amortajado sobre su sombra, a merced de lo invisible,

No responde.

Sangre en las palmeras, sangre en las nubes.

La lleva en volandas la voz más alta y más lejana de

La playa. Grita en la noche desierta.

No hay eco en el eco.

Convierte el grito eterno en noticia

Rápida que deja de ser noticia cuando

Los aviones regresan para bombardear una casa

Con dos ventanas y una puerta.


Ramala, agosto del 2006.


Mahmud Darwish

Poeta palestino nacido en Birwa, Galilea. Considerado no sólo uno de los más grandes poetas árabes contemporáneos sino también una leyenda, ha vivido en algunos países europeos, en Egipto y en Beirut, donde dirigió una revista y fue uno de los miembros más destacados del Centro de Investigaciones Palestinas. Entre su obra destacan los libros de poesía, Pájaros sin alas (1962), su primer poemario, extraordinariamente lírico y muy influido por la poesía árabe clásica; Hojas de olivo (1964), Enamorado de Palestina (1966), El fin de la noche... es día (1968), Diario de una herida palestina (1969), Mi amada se despierta (1969), Los pájaros mueren en Galilea (1971), Amarte o no amarte (1972), Tentativa número 7 (1974), Esa es su imagen y éste es el suicido del enamorado (1975), Elogio de la alta sombra (1983), Menos rosas (1986), Once astros (1992), ¿Por qué has dejado el caballo solo? (1995), El lecho de una extraña (1999) y Mural (2000); y los libros en prosa, Algo sobre la patria (1971), Diario de la tristeza corriente (1973) y Adiós, guerra, Adiós, paz (1974). Influido por los poetas occidentales, Nazim Hikmet, Louis Aragon, Pablo Neruda, García Lorca y T. S. Eliot, desde 1996 vivió en Ramalla, donde dirigió la prestigiosa revista literaria Al-Karmel. Dueño de una sugestiva prosa, semi-autobiográfica, extraordinariamente fluida, sencilla y reflexiva, quizá fue el poeta más dotado, representativo y prestigioso de la Resistencia palestina.




2 comentarios:

Neverknowsbest dijo...

Stiaaaaaaaaaa... se man puesto to los pelos de punta. No conocía a este. En serio que con todo siempre me sorprendo de la cultura que tienes. ¡Qué envidia, hijo mío, quién pudiera... quién fuera... quién supiera!

Florencio Quesada Vanegas dijo...

Hola. No todo el tiempo tenemos la oportunidad de leer una poesia tan exquisita, llena de amor, de dolor y de rabia. Con una fuerza espiritual que nos arrastra por el camino de la esperanza. En medio de la indiferencia de todos aquellos que obstentan el poder economico y militar. Mahmud Darwish, nunca dejo de amar a su Patria "Palestina", a los pueblos oprimidos y explotados del mundo: decia, "la poesia no puede cambiar el mundo, pero puede encender velas en la oscuridad". En tan pocas palabras encerraba todo un mar de verdades. Hoy en dia, la poesia tiene que ser el brazo armado de las voces que callan. Unos por voluntad propia, otros por ignorancia y otros porque tiene sellados sus labios con sangre. Amo la poesia de Mahmud Darwish, asi como lloro su muerte.

Florencio Quesada Vanegas
Premio Una Palabra.UNA. Costa Rica
con el libro Los Cuervos.